La Reserva Silvestre Privada La Mákina, desde que fue adquirida por la familia volvió a ser abierta a visitantes, por ello mi esposo necesitaba apoyar yendo los fines de semana y días feriados, quedándose para ello en casa de mi suegra, “La Casona” y como es de imaginarse, mis hijos y yo debíamos acompañarlo.
Para mí, era una carga y frustración que en lugar de quedar descansando en familia en casa o ir a pasear a diferentes lugares tuviéramos que “ir siempre a La Mákina” y si no íbamos…la culpa que sentía mi esposo le hacía sentir mal a el y por ende a mí.
Mis hijos disfrutaban ir, en especial cuando llevábamos a sus primas y esto si me animaba a ir en familia.
Es lógico que los niños que viven en las zonas urbanas hoy en día no sepan jugar. La oferta de “pantallas” en cada hogar y lo fácil que es solo sentarse frente a una para pasar bien el rato, hace que difícilmente se les ocurra a los niños como divertirse si no es ante la pantalla de un celular (aunque sea el de los padres), una tableta, un aparato de juegos de video, una televisión, etc…
Es mas fácil solo sentarse y a lo sumo pensar en cual “pantalla” prefieren o pueden en ese momento utilizar.
Los juguetes o los juegos de mesa son cada vez más obsoletos. Aun si los tienen, son más que todo adorno en sus cuartos y los que tienen es porque casualmente los vieron en la tele, los pidieron y/o se los regalaron en Navidad o en su cumpleaños.
Los niños están creciendo acostumbrados “la ley del mínimo esfuerzo” donde inclusive cualquier juego de mesa involucra para su éxito, la presencia de un adulto que lo promueva, lo explique y se quede con ellos jugando.